Dieta hormonal
Cuando empezamos a perder peso tendemos a centrarnos únicamente en la dieta, cuando en realidad existen otros factores que afectan la pérdida de grasa o tu energía, como las hormonas. Por diversas razones, estos químicos pueden desequilibrarse y hacer que su cuerpo deje de funcionar. Si notas que has ganado mucho peso debido a las hormonas, lo primero que debes hacer es evitar consumir azúcar en tu dieta diaria. El alcohol es otro producto, pero no sugiere que sea más eficaz que la terapia hormonal original. Yoga. Se ha demostrado que el yoga ayuda con los síntomas del desequilibrio hormonal en ciertos casos. La dieta hormonal: Come lo que el cuerpo necesita. 1 – En primer lugar, debemos evitar los alimentos con alto índice glucémico. Es decir, pan blanco, productos horneados y procesados y refrescos. Especialmente alimentos con alto contenido de carbohidratos y azúcar. Para mantener unos buenos niveles hormonales existe la adrenalina. Esta hormona, más conocida como adrenalina, tiene mucho que ver con la conversión de grasas en energía. Como puedes ver, la conexión entre las hormonas y el control del peso es a veces muy clara. Su acción suprime el apetito, previene la acumulación de grasa abdominal y es la clave para prevenir la obesidad. Tampoco existen estudios específicos sobre la nutrición hormonal y sus efectos. Pero puede haber una explicación mucho más sencilla que la que parece hacer pensar en una dieta hormonal. 1. Menos carbohidratos, más grasas saludables. Los alimentos que más contribuyen al equilibrio hormonal son aquellos que contienen grasas saludables, es decir, aquellos que aportan ácidos grasos. Algunos alimentos que se deben consumir son: Yema de huevo: Dado que el colesterol tiene un impacto importante en el proceso de secreción hormonal, una dieta equilibrada ayuda a regular los niveles hormonales y reduce el riesgo de sufrir trastornos metabólicos. Además, es importante limitar el consumo de alimentos procesados y alimentos con alto contenido de azúcar añadido, ya que las hormonas regulan muchas funciones de nuestro cuerpo, incluido el metabolismo, el apetito, el estado de ánimo y la distribución de grasas en el cuerpo y, dependiendo del nivel, pueden promover o dificultar la quema de grasa en esta zona. Por eso debes saber qué hormona tienes,